La mano de las denuncias ingresa por medio de los partidos politicos en ésta campaña. No hay día que los vecinos no se enteren de una denuncia, ya sea por una foto, por una pintada, por una discusión. Y justamente de lo que no se habla es de las propuestas y planes de gobierno, de regulación ambiental, de generar puestos de trabajo con capacitación, de espacios de contención para millones que están por fuera del sistema.
Porque a decir verdad el sistema económico y político deja afuera a millones, con una génesis de deuda que dificulta junto a la pandemia rendimientos económicos para mejores políticas de Estado. ¿El pago de deuda o el hambre? es la pregunta. ¿En qué se utilizará ése dinero sino se paga o se extienden los plazos de pago? Quién generó semejante deuda ¿Tiene el castigo social, político y judicial que debe?
Puedo llenarte de estadísticas y posibles salidas que mencionan los «economistas», quienes siempre trabajar para un poder determinado: el mercado con la gente afuera del crecimiento. Por ahí anda uno libertario gritando: libertad!! pues claro, para ellos la Libertad significa libertad de mercado, que se regule solo y si no permite generar ganancias, hay que destruir al Estado que lo impida.
Y así transita ésta campaña, en donde muchos paracen haber olvidado con cara de piedra lo que son y fueron, en especial los políticos. En los barrios se preguntan en donde estaban los «cuadros» políticos durante los 4 años de macrismo con los tarifazos, persecuciones gremiales y populares, vaciamiento de políticas públicas. Mucha gente en las calles reclamando, los políticos bien guardados.
Por su parte, funcionarios, diputados y concejales de Juntos por el Cambio y sus contricantes de hoy radicales, subiendo el pulgar a ordenanzas y leyes que perjudicaron a millones, las sumieron en la desesperación y la pobreza. Hoy ésos mismos legisladores piden al oficialismo lo que ellos le negaron al pueblo.
Se quieren «despegar» de Macri pero son casi gemelos, su mirada está signada por la privatización de servicios, la adecuación de políticas afines a las ganancias de los empresarios, la persecución ideológica, la destrucción de la salud y la educación pública. Todo por poder y dinero ¿Y la política para transformar para mejorar la calidad de vida de la gente? ¿Querés volver a ésto y pagar más consecuencias?
Y por el otro lado, y no quiero caer en el bipartidismo, existen diferencias abismales en los discursos pero en muchos hechos son parecidos. El FdT explota de ideas y las pone en práctica, renueva compromisos sociales con la salud, la educación y sin embargo hay 54 por ciento de pobres en nuestros país, y crece la inflación porque el temor de meter mano en la economía los hace dudar, si conviene electoralmente hacer tal o cual cosa.
Ya lo se, no es sólo cuestión de éste frente político y hay muchas variables para que ésto suceda; sin embargo la situación sucede cada 10 años en nuestro país gracias a políticos poco afines al patriotismo sanmartiniano, es decir, vendepatrias de todos los partidos.
El que gobierna tiene dos problemas: resolver con rapidez los desastres estructurales por un lado, y por el otro bancar los argumentos de la oposición que vienen por derecha e izquierda. También enfrentar lo que reproducen los medios de comunicación masiva, cuando instalan temáticas. Todos van detrás del montaje para responder en lugar de concentrarse en resolver y que la Justicia haga lo que debe hacer.
Una izquierda que se centra en los «trabajadores» y sus reclamos, fuera de éste bipartidismo y las muestra, impusla acciones, denuncia. Muchas veces cae en las posiciones favorables o funcionales a la «derecha» situación que siempre le reclaman, pero los problemas son reales, hay que hacerse cargo, aunque en política hay que saber moverse entre la táctica y la estretegia.
Y éso no alcanza, porque la estructura de poder, económica e ideológica de Argentina es muy característica de variantes del peronismo o el radicalismo, aggiornada a un conservadurismo capitalista.
Este panorama es el que se plantea en campaña electoral, en donde la política está lejísimo de las personas, se la pasan en las calles ahora cuando por mucho tiempo estuvieron guardados en sus oficinas mientras la gente reclamaba; son tan evidentes que hacen de la política una herramienta utilitarista en lugar que sea de liberación.
A la «anti política» hay que generar más acción: política no es tener cargos, o poner nombres en listas porque hay elecciones; política es acción, es hacer, es vivir mejor. ¿Vos pensás que estamos en ése camino?
No puedo dejar de mencionar el accionar de la oligarquía, el poder económico nacional y mundial, junto a los manipuladores mediáticos -empresas y conglomerados de medios- que actúan para que un país como el nuestro dominado económicamente en todos sus niveles: industrial, alimentario, estratégico jamás pueda salir adelante sino hay gobierno con poder popular que sientan puedan generar transformaciones reales.
Sino veamos lo que sucede con Vicentín, la ruta de alimentos del Paraná y los fletes con intromisión interna a la navegabilidad, el país de las vacas y la leche en donde casi es imposible comer, el país de las miles de extensiones de tierra en donde hay más de 12 millones de personas que alquilan, y otro tanto en donde en un terreno conviven 5 o 6 familias, un país en donde para tener un auto tenés que endeudarte por años a riesgo de perderlo y hoy la flexibilización laboral para los adolecentes y jovenes pasa por repartir comida para los «que pueden» pagar el servicio.
Finalmente quisiera una campaña electoral basada en acciones, con propuestas y el castigo social a las mentiras. No podemos perder la memoria, éso del peronismo que gobernó 70 años no existe como tampoco la culpa es siempre del otro: hay miserables en todos lados, funcionarios que siguen y siguen siendo empleados nuestros pero ellos cada vez más ricos y nosotros pagando las deudas.
A los periodistas se nos pide que no circulen fack news, cuando los verdaderos distorsionadores los «anti política»son los que generan pobreza. Porque pueden hacerlo y no hay castigo, porque tienen poder e impunidad.
